domingo, 10 de agosto de 2014

Nocturna Temblequeña

Un puñado de laguneros en Tembleque
Un puñado de laguneros (CA las Lagunas de Villafranca) estuvieron presente en la III Nocturna temblequeña, un test importante para afrontar la mayoría de edad de la popular las Lagunas de Villafranca.

Tembleque se vistió de gala para desde su impresionante plaza Mayor recibir a un importante grupo de atletas, donde la noche no era obstáculo para que el ambiente y su colorido deportivo convirtieran a Tembleque en un pueblo reivindicativo e inflexible ante un deporte popular cada vez más extendido y necesario.

La carrera diseñada a dos vueltas, cada una de tres kilómetros, donde un terreno llano y con vueltas no excesivamente cerradas abonaba un circuito dispuesto a que los atletas se exhibieran con sus mejores ritmos.
Panorámica de la Plaza Mayor de Tembleque
Correr entre luces y sombras que se intentan abrir huecos en el escenario de la oscuridad, es vivir el deporte en una nueva dimensión, donde el frescor de la calle se mezcla con las tertulias de verano a las puertas. Las refrescantes ráfagas de viento, se convertían en un jadeo sofocante sobre el pesado calor que durante el día se ha posado en sus calles. No es más fácil o  más difícil, simplemente es distinto, haciéndote sufrir los kilómetros como siempre pero ante unas perspectivas urbanas diferentes.

Vista parcial de la Pz. Mayor de Tembleque
Está tercera nocturna temblequeña está situada en el punto justo para ser el test idóneo de la XVIII Carrera Popular Las Lagunas de Villafranca. La prueba no iba a defraudar a ninguno de los laguneros que nos desplazamos a esta localidad toledana, porque las sensaciones y tiempos que se abstuviera se convertirían un punto objetivo para diseñar la estrategia el próximo 24 de agosto.

Atletas y animadores
Mis sensaciones mejor no han podido ser, y la motivación de los resultados añaden el punto justo para luchar en la lagunera para estar entre los primeros locales veteranos C. Aun recuerdo el ánimo que trasladaba mi imparable ritmo, donde una primera vuelta con fuerza y vigor, forzó que desde la fortaleza de la silla al fresco una voz gozosamente me gritaba, -Ande va ese viejo, que parece no poder con su alma-. Frase que me animaba y me obligaba a seguir en mi velocidad relámpago. Cierto es que sobre el km 2.600 note una flojera, que prontamente se vio superada en la esperanza de nuevos ánimos del km 3, donde, entre el bullicio, surgió mi nombre, para eso por allí andaban familiares.

Antonio Layos y Uti más que veteranía.
Todo va bien, donde el ritmo vertiginoso de mis pasos auguraban una última vuelta de alegre y vivo ritmo.  Sería allá por el km 4.500, donde entre la euforia de los refrescantes animadores/as sobresale una voz que con gracia y soltura, me trasmite las mejores sensaciones y deja claro que mi ritmo es vivo, alegre y fuerte  -Na, que como no te des prisa, se te va a hacer de noche-.

Gracias temblequeños, paisanos manchegos, porque sé que vuestra ironía humorística animadora, sólo la entendemos quienes repisamos este Terruño y lo que realmente me estabais transmitiendo era - ¡Joder  con ese tío!, con lo mayor que aparenta, lleva un ritmo endiablado y si sigue así con esa velocidad va adelantar la noche, llegando a la meta con luz del día –

Paisanos cheleros, este año no es que lo diga yo, sino que lo dicen quien me ha visto: ¡Estás que te sales!. Con que cuidaico conmigo.

Por cierto, si alguien lee esto y no se ha apuntado a la XVIII Carrera Popular Las Lagunas de Villafranca, le digo: -¡Corre! Y ¡Apúntate!, porque carreras hay muchas, pero como esta ninguna.
Aurelio, un incasable del correr
Ignacio en ritmo
Hijo y padre, no se puede pedir más.

Detalle Pz Mayor de Tembleque, S. XVII

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