Ánimas y Carnaval 2018 en Villafranca de los Caballeros
Otro año más he sido testigo de
hielo de unas Fiestas que desde hace años se reinventan. El tiempo barruntaba
una inestabilidad que nos hacía temblar y pensar en el recogimiento al calor,
más que en la algarabía de máscaras y el solemne paseo y volteo de bandera a
golpe de tambor.
A las puertas de la Iglesia, dando a la bandera
En Villafranca de los Caballeros,
mi pueblo, son unas fiesta populares y peculiares donde lo pagano y religioso
se mezcla: la máscara de trapo rasgado bajo plumero grita en distorsionada voz
un -¿A que no me conoces?- mientras ritos ancestrales religiosos se procesionan
en las Vísperas y calles.
Viendo el desfile de comparsas y carrozas locales.
Que difícil ensartar sobre las
calle el bullicio espontaneo de las máscaras, pero que gran valor y admiración
produce que exista un esfuerzo por mantener viva una tradición diferenciadora,
porque ello son los que dan valor a la Fiesta, ellos son los que otros podamos
presumir de que el carnaval de mi pueblo siempre ha existido por encimas de ideologías
y gobiernos, quizás algo ha tenido que ver el rito de cumplir con las Mayordomías,
familias que se echan sobre las espaldas una responsabilidad de largos meses
para hacer brillar la creencia religiosa, cumplir sus ritos y mantener sus
protocolos.
Los mozos de pueblo esperando a la solana el ofertorio de la tarde
La Fiesta de Ánimas y Carnaval es
una fiesta peculiar y diferenciadora de todos los demás pueblos y ciudades;
Fiesta de la que todos participamos (aunque algunos solo seamos modestos
mirones) y nos enorgullece la presencia de visitantes, pero el mérito y el
esfuerzo con alegría es de unos pocos o unos pocos muchos, de estos es el
mérito y la carga de responsabilidad que voluntariamente se echan sobre las
espaldas. A todos ellos gracias, porque la grandeza de ser estos días lo que
somos es por vuestra entrega.
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