domingo, 27 de abril de 2014

El laberinto del Maratón


La Maratón es el culmen de cualquier populero de las corrías. Ningún corredor, una vez adentrado en este impresionante mundo del correr, deja de estar tentado por adentrarse en la telaraña de la maratón.

Una vez dentro te atrapa, y es tal su fuerza, que buscas modos y maneras para sentir el ambiente, oler sus olores, escuchar sus bullicios, dejarte llevar por su sonido infernal de la estridencia.

Estás atrapado, y el magnetismo que despliega “hacer la maratón” atrae a los amigos, familiares y clubes, que en frenético trasiego de coger posiciones para estar en el mejor puesto del cajón, para encontrar las mejores vías de adelantamiento o situarse en el lado izquierdo o por el derecho, porque allí en ese punto se que están, que me esperan, que me animan, que forman parte del mi reto, de mi esfuerzo, de esta extraña fiesta cuyo laberinto maratontauno nos embelesa.

Madrid sigue sumando ediciones a ritmo de Rock Roll, hoy por hoy, su ambiente hace que tenga un poder atrayente, y sean muchos los que se desplacen para participar en el laberinto maratoniano. Mi Club, está en un constante in crecendo, cada año va a más. Sea porque estamos a tiro de piedra, sea porque esta maratón tengo un poder atrayente o, bien sea, porque tras ello exista alguna mano con fantástica entrega organizadora, que hace que estemos como en casa, el caso es que este año entre corredores, amigos y familiares hemos estado cincuenta. La mayoría con mochila, prendas y planos en ristre para poder andar de este punto a este otro, ver en este km o en aquel otro.

Mirar el reloj calcular los tiempos, otear el horizonte, gritar -¡Ya viene! ¡Por allí!. Que magnifica locura que nos trae de aquí para ya. Que nos hacen decir  - Van en tiempo-, -Lo consiguen- o –A verr se están fuertes en los km  finales-.

Quien dijo miedo a los retos (CA las Lagunas de Villafranca)
La maratón de Madrid este año ha atrapado con fuerza y con cariño a  este nutrido grupo de laguneros. Hemos estado en vilo y hemos disfrutado cuando Juanan y Manuel han entrado en meta por debajo de cuatro horas y a pocas zancadas ahí ha llegado Coco y Raul, otros en menos de cuatro horas. Cuatro laguneros que se han bautizado en la primera maratón con honra y honor maratontauno.

Fillo y Eladio, dos veteranos, adentrados en retos, donde la magia del tres les ha llevado encandilado durante meses, hoy cantan el a lirón, porque la muralla de las 3 horas ha caído como torre de naipes.

Decir maratón a veces, es decir luchar, y como toda lucha a veces las cosas no cuadran, sólo recordar esta frase “No mande mis naves luchar contra los elementos” (Felipe II).

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