lunes, 27 de junio de 2016

El último abad


Vuelvo otra vez con Martí Gironell, esta vez se adentra en el tardo medievo, donde la figura del vasallaje sigue vigente y se hace sentir en los súbditos que han de aprovechar hasta el último burrajo para sobrevivir.

Es un pequeño monasterio benedictino, San Benet (próximo a Manresa), éste se va a convertir en el epicentro de las intrigas monacales-palaciegas, donde la Congregación Benedictina de la Observancia de Valladolid será desde donde se mueve la “batuta”, con el fin de controlar los ruinosos cenobios ubicados en Cataluña, y al mismo tiempo posicionar el poder de Felipe II.

El Abad Frigole, al asumir la máxima responsabilidad de la abadía, recibe los primeros consejos del obispo de Pavía “- La política se rige por las leyes de la fuerza, la astucia y la apariencias. No hay lugar para la ética – pontifico sin miedo a equivocarse-. Aun así deberéis entrar en la política; no tenéis alternativa.” Y de estos consejos me quedo con lo que sigue “A veces da la impresión de que la política tan sólo se dedica a buscar problemas; cuando los encuentra, realiza un diagnóstico equivocado y luego se ocupa de aplicar remedios que o bien no son los más oportunos, o bien terminan beneficiando a aquellos que ya tienen privilegios”.

Sin ánimo de desviarme de lo que he leído, Gironell dibuja con maestría la estructura y responsabilidades de este pequeño convento, donde paralelamente se van tomando decisiones a fin de evitar la quiebra económica en la que se encuentran.

Se describe el arte del vino, a través de una artesanal selección y cuidado de la vid, se recrea la esperada y gratificante recolección con vaporosa evanescencia que se mezcla en lo prohibido, en un pequeño monasterio donde sus paredes tienen ojos, orejas y manos.

El Abad Frigola lucha por superar una agónica economía que les está llevando al someterse a la todo poderosa Congregación Benedictina y desde este eje central surge el aprovechamiento del agua por canalización, el arte románico, el conocimiento de las hiervas medicinales, muertes, amor y el atávico derecho feudal de la cabrevación.

En fin quizás este sea un libro de verano, de esos que se disfruta en momentos de no hacer nada, eso sí, te advierto, si te decides a leer el último Abad, ¡recordarte! que en el fondo trae a colación la insidiosa lucha entre lo central y periférico, quizás esto te suene de algo, aunque hayan pasado cientos de años, me da que seguimos en el mismo punto. 

martes, 21 de junio de 2016

Con la rueda pinchá

Hoy es un gran día deportivo (19/06/2016) en Villafranca de los Caballeros, donde el Primer Chelarace toma el campo y los Humedales con fuerza y éxito. ¡Enhorabuena!, por tan excelente trabajo al CD UTE MTB VILLAFRANCA y saber crear una magnífica mañana deportiva.

Esta vez es mejor “mudarse” y correr ante los vigilantes “gigantes”, donde gloriosos y altivos dominan la inmensidad de esta “achicharrante” llanura.
No tenemos la virtuosidad del Caballero de la Triste Figura, ni la humilde sencillez de ser tan fiel escudero, pero es el momento y el recorrido de adentrarse en estos llanos de hortelanos y aventurar entre la superproducción del tomate a espuertas pa envasar en bote para los hiprmercados. Son tomates criaos entre un Amarguillo, río sobrio y adornado de  silencioso en la escurridiza sequedad.

Retomar el camino en forma de ocho, para ir agrandando el empequeñecido pueblo, mientras surcas entre olivos de cuidado amanuense, despertando casillas envejecida en irremediable destrucción por el sosegado e imparable hacer del tiempo o descubrir el pistacho superado en la flor. Trotas, charlas, seguir… y a los lejos vislumbras, al mismo tiempo que apaciguamos el ritmo, nos preguntamos -son galgos o son podencos-.
 Os hablo de un recorrido hacia el extremo sur de mi pueblo, Villafranca de los Caballeros, que hemos llevado en avivado ritmo de conversación e intercalado por parones fotográfico que ilustra esto que aquí digo.

Atanasio y un yo hemos entrenado, este domingo 19 de junio, entre esta ancha  Castilla de inmensa Mancha, donde el imperioso Sol, violentamente desde los ancestros tiempos, agrieta esta sofocada Tierra.

Y yo a la sombra de un sombrajo, estiro los suspiros de este radiante día, mientras la rueda de la bici sigue pincha.

-A ver si me pongo y la apaño-, me digo desde mi adentros.

martes, 14 de junio de 2016

Desafío Dos Pies Un Camino

El buen tiempo queda asociado a llevar una vida más licenciosa y de caracteres más aperturistas, donde las calles, aceras, plazas, terrazas y lugares públicos se visten de fresquito para amortiguar los “penaeros” del calor. También salen a la luz la ilusión de descubrir espacios y lugares aprovechando el maravilloso arte del vacacional, donde aparecen lugares insólitos e insospechables.

Nosotros, y digo bien, queremos aprovechar estos momentos para cumplir el “Desafío Dos Pies y Un Camino”. Acto lúdico-vacacional-deportivo y de envolvente espiritual a través  de hacer el Camino de Santiago.


Hace tres años realizamos el proyecto CXC=S, desde O´Cebreiros a Santiago de Compostela. Fue tan enriquecedora aquella experiencia que nos hemos atrevido a rememorar aquel espíritu a través de este desafío que nos arrastrará por el Camino hacia Santiago, desde Tuy a la Catedral del Apóstol en cinco etapas y corriendo.

Se ofrecieron varias alternativas de etapas, las dos finalistas fueron el siguiente cuadro:

Al final, y tras valorar un equilibrio que aúne una diversidad el ocio, el deporte, la cultura y el espíritu ancestral de peregrino, nos decidimos por la opción A. todo va rodando y ya tenemos el esbozo de nuestro desafío que quedará grabado en sendas camisetas que llevarán: Carlos, Tony, Bienve y un yo.
Esbozo de camiseta Desafío Dos Pies un Camino


 Y si en el proyecto CXC=S tuvimos el apoyo de www.tiocazuela.com, en el Desafío Dos Pies y un Camino contamos con su  colaboración.
Antaño, así eran las tardes de baño veraniego en las lagunas de Villafranca


miércoles, 8 de junio de 2016

Fortaleza

Tras varios intentos, es en esta ocasión cuando me  encuentro con los dos elementos básicos a mi favor: Posicionamiento y momento tiempo. Tras un
previo estudio sobre plano, decido atacar desde la misma base, en altitud cero a nivel del mar. Mientras los barcos fondean y los tranquilos urbanitas y vacacionistas playistas se bambolean entre ondulantes baños de arena y sol, acompañados de un susurrante oleaje de las tranquilas  aguas del Mediterráneo, yo bajo una irrevocable decisión, ataco directamente y sin miramientos a través de la soberbia muralla defensiva.

Unas modernas escaleras me dejan a los pies de recovecos de callezuelas, alfoz y otrora amparados en la alargada sombra feudal; pero es el parque llamado Arete el que me abre subrepticiamente la sigilosa entrada a la muralla.


Corro entre empinadas cuestas, avanzo entre atrampadores peldaños de incompresible altura. Posiciono y adquiero porte de conquista; mientras tanto, abajo, la ciudad se encuentra laberintizeada en su hacer. Arriba la bandera, como última conquista, y en medio mi orgulloso porte de inmortal victorioso.


Avanzo, mientras sorteo senderos amurallados, que me abocan a una indefensa entrada de fosos puenteados. Estos últimos son testigos mudos, que me invitan a penetrar, entre estrechos laberintos que ascienden sorteando vigilantes almenas, donde guerreros impertérritos de músculos de hierro, simulan temibles batallas, entre trampas e impedimentos que retrasan y fortifican el ascenso.


Lucha y sudor cubierto de lágrimas que me aúpan a la victoria y a la conquista del último baluarte, donde al fin la bandera se yergue firme, altiva y como último símbolo de mi Madre Patria amarrada a mi corazón o como diría Miguel Hernández “abrazado a tu cuerpo como el tronco a su tierra, con todas las raíces y con todos los corajes.”


NOTA: Sabias que en la construcción de fortalezas, los escalones eran de una mayor altura con la finalidad de realizar una mejor defensa del castillo en el cuerpo a cuerpo.